prensa mojada
los días de lluvia, como hoy, viene menos gente a mi kiosko de prensa, salen menos a pasear y, claro, paran menos. ustedes no se imaginan la de personas que se detienen a mirar las revistas que tengo en el expositor de delante, según pasan, y algunos de ellos incluso compran. pero los días de lluvia, las cosas van peor, y uno depende casi siempre de los clientes habituales, como el señor de la pipa o la chica distraída. mañana, por ejemplo, es día de entregas y seguramente vengan el del bricolaje, la de las revistas del corazón y el chaval de la música. gracias a esta gente, uno puede estar tranquilo sabiendo que, al menos, tendrá para comer.
cuando era pequeño quería tener un kiosko de prensa para poder leer todos los periódicos y todas las revistas. me encantaba, hojearlos una y otra vez, leer y releer los artículos. incluso me imaginaba a mí mismo redactándolos. ahora ya no leo ninguno, sólo los titulares, y las revistas casi ni las miro. hoy tendría tiempo, porque viene poca gente, pero tampoco me apetece.
veo el parque, mojado, reflejando los automóviles, los árboles, las farolas. la gente con paraguas que avanza, rápido, mirando al suelo para esquivar los charcos. me siento un espectador, pero eso también implica que no formo parte de la escena. me pregunto si está bien seguir los deseos de infancia, y cumplirlos, porque ahora me he quedado sin sueños. bueno, poco importa. ya casi es la hora de cerrar. mañana saldrá el sol, según el pronóstico del tiempo, y no tendré tiempo para pensar estas cosas. o al menos, eso dicen los periódicos.
cuando era pequeño quería tener un kiosko de prensa para poder leer todos los periódicos y todas las revistas. me encantaba, hojearlos una y otra vez, leer y releer los artículos. incluso me imaginaba a mí mismo redactándolos. ahora ya no leo ninguno, sólo los titulares, y las revistas casi ni las miro. hoy tendría tiempo, porque viene poca gente, pero tampoco me apetece.
veo el parque, mojado, reflejando los automóviles, los árboles, las farolas. la gente con paraguas que avanza, rápido, mirando al suelo para esquivar los charcos. me siento un espectador, pero eso también implica que no formo parte de la escena. me pregunto si está bien seguir los deseos de infancia, y cumplirlos, porque ahora me he quedado sin sueños. bueno, poco importa. ya casi es la hora de cerrar. mañana saldrá el sol, según el pronóstico del tiempo, y no tendré tiempo para pensar estas cosas. o al menos, eso dicen los periódicos.
10 comentarios
karras -
Creo recordar que el cómic merecía la pena.
Art_Alegoria -
Al abrigo de la estepa interior y con el sonido del crujir de unas ascuas en el alma.
Ça va.
Art_Alegoria
manuel h -
siloam -
La cita de Nuala es aplicable a todos.
besiños.
vireta -
hans -
Nuala -
Mortals never do.
They only see the prize, their heart's desire, their dream...
But the price of getting what you want, is getting what you once wanted."
Dream (el protagonista de The Sandman, de Neil Gaiman)
Todo tiene un precio.
mICrO -
Tu eres un vouyer de instantes, y quizas debrias disfrutarlo, como de hecho lo haces, reflejando lo que ves, y lo que siente en instantes como este :)
Saludos
vireta -
q hace cuando uno se queda sin sueños? cuando sea ha dado por vencido?
no pensar es lo mejor...
G. -
Yo también quería tener un kiosko de pequeña, pero más que por la prensa, era por las gominolas y los chicles.