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aviones plateados

el gato

aquél tipo volvía, con la mañana naciendo, calle arriba, suelo mojado y farolas encendidas contrastando con la claridad de la luz neblinosa, e iba pensando, pensando sobre su vida, si era lo que debía ser, lo que él había elegido o era, como realmente creía, simple y llanamente una puta mierda.

observó a un gato revolviendo en el cubo de basura, y llegó a la conclusión de que ser gato era aún peor: comiendo desperdicios, huyendo de los demás seres vivos, muriendo atropellado por los vehículos... no, ser gato no es nada fácil, y sin embargo ahí están, corriendo y saltando. y yo, planteándome una vida privilegiada. no, no tengo derecho.

el gato que revolvía la basura vio al hombre y tensó los músculos, presto para huir. cuando el tipo pasó de largo, se dedicó a lo suyo. pensó en lo complicado que es ser hombre, con esas telas cubriéndoles el cuerpo, ese andar inestable y esa cantidad de conflictos que parecen tener siempre, que no se sabe muy bien qué buscan. yo sí: estos desperdicios de pescado tienen que estar buenísimos. y, no creas, esas sobras de estofado también tienen buena pinta. menudo banquete tenemos hoy. larga vida a los gatos.

concierto en ávila

éste sábado día 27 tenemos el que puede ser el último concierto de demo este año, y será en ávila, concretamente en la sala quondam a las 24.00. es la primera vez que tocamos en ávila, y aunque, como de habitual, gran parte (o casi todo) del público serán amigos y allegados, siempre el ir a un lugar nuevo genera cierta incertidumbre. si a esto se le suma que tendremos que recoger a marchas forzadas, la cosa se hace un poco más complicada.

después del concierto, es necesario hacer una breve reunión, que es lo que más me preocupa de todo. tenemos que replantearnos la estrategia para el año siguiente, porque éste ha sido bastante productivo en conciertos (es el año que más hemos tocado) pero muy poco en composición, y técnicamente estamos bastante estancados. yo me di un año de plazo para ver cómo iban las cosas, y veo que estamos exactamente en el mismo punto que el año pasado en estas fechas, a pesar de la mayor experiencia en el directo. así que urge un replanteamiento, porque la ilusión se va viniendo abajo y eso nunca es bueno, sobre todo si el desilusionado es el principal impulsor del grupo.

y esto es lo que hay, incertidumbre, mucha incertidumbre. así están siendo los últimos tiempos, y desgasta. a ver si el lunes puedo hablar del inicio de un nuevo ciclo. que eso, en el fondo, es lo que más me gusta. la ilusión de un nuevo comienzo.

crónica del concierto de salamanca

por fin volvimos a tocar en salamanca con demo- debo admitir que es una ciudad por la que tengo cierta predilección -, y el resultado que conseguimos un sonido aceptable pese a un par de problemillas técnicos debidos a la falta de espacio. estuvo bastante bien de gente y, lo que es más importante, vinieron algunos amigos a los que nos hizo una gran ilusión ver por allí (entre ellos manuel h).

no obstante, a mí me gustaría tener un poco más de rodaje. el próximo fin de semana es el concierto de ávila. me parece interesante tocar en madrid, pero preferiría ir un poco más desahogado, con mayor soltura y preparación, aunque no sé si va a poder ser. tenemos poco tiempo para ensayar, y eso redunda en nuestro perjuicio.

en fin. ahora vamos a ávila. espero que las cosas salgan, como mínimo, como este fin de semana.

concierto en salamanca

bueno, mañana es nuestro concierto con demo en salamanca en el esperpento, algunas de las personas que confiaba en que irían no van a ir y puede que se apunte alguien más con quien no contaba. aún así y todo, espero que sea un concierto animado, ya que el bar es pequeño y con poca gente ya hay ambiente de concierto. por mi parte, no puedo hacer más, y de todos modos hay que acostumbrarse a que te vea más gente desconocida que conocida.

aunque, qué demonios, echaré de menos algunas ausencias.

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el viernes pasado mi estado de ánimo era bajo, más bien bajo, mis fuerzas pocas y mi sensación de estar al borde de un abismo oscuro inmensa. pero entonces recibí una llamada, una llamada de alguien cercano que se encontraba en una situación peor y, lo que es más importante, con motivo para ello. entonces me ocurrió como suele pasar, desaparecieron mis nubes interiores. antepuesto, el dolor de esa persona. y me olvidé, me olvidé de mí, de mis quebraderos de cabeza y de mi mundo insatisfecho.

ayer la muerte se llevó al padre de un conocido, y en la última semana la palabra 'cáncer' parece que está por todos lados. me trae viejos recuerdos, heridas cicatrizadas de las que se resienten con el cambio de clima. entonces recordé, recordé lo que es la pena verdadera y me sentí muy pequeño frente al estado de ánimo que ahora mismo debe tener esta persona.

dicen que somos medibles por nuestros actos. sin embargo, parece que nos empeñamos en darnos importancia según la magnitud de nuestros problemas, y los engordamos y los magnificamos a los ojos de los demás para que vean qué sufrimiento tan grande tenemos. yo, hoy, me siento pequeño. es como los sueños y la realidad, cuando algo es tangible el sueño se dispersa como humo tras un manotazo en el aire. se deshincha como un globo picado por el alfiler del destino.

por eso me siento pequeño hoy. porque mi dolor es sueño, y me sabe mal preocuparme por él al lado de quien sufre en la realidad. aunque todo esto me hace pensar mucho en el sentido de las cosas. cuando la realidad desaparezca, sé que volveré a los sueños. y, ahí, ahí sí que soy grande.

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dos semanas de niebla y frío. difícil ser optimista y positivo con el clima en contra.

fresa y nata

cuando el niño preguntó, '¿puedo entrar?', el portero le dijo 'no, aún no tienes edad, éste es un sitio donde los mayores vienen a divertirse'. y el niño le contestó '¿y yo no puedo divertirme?'. 'sí, claro', respondió el portero, 'pero los niños os divertís de otro modo, aquí los mayores hacen cosas que los niños no podéis hacer porque aún sois pequeños'.

el niño se dio media vuelta, satisfecho. porque él se divertía como niño, y años después lo haría como los mayores. pero los que estaban dentro de la discoteca ya no tenían más que una opción. se sintió grande, se compró un helado y se marchó al parque. se acostó pronto y, a la mañana siguiente, seguía siendo un niño, pero ahora ya no tenía tanta prisa en crecer.

lo único que la tienda de los helados estaba a punto de cerrar porque el verano acababa. pero aún le quedaban unos años de fresa y nata. de moratones, y de heridas que se curan en dos días.

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últimamente, no sé si es una tendencia personal o que las circunstancias son así, me encuentro en encrucijadas en las que tengo que hacer acopio de todo mi valor, que es más bien poco pero escurridizo, y plantar cara a personas en algo que me resulta difícil y desagradable, pero necesario tanto para mi vida futura como para mi estabilidad mental. muchas de estas situaciones son duras para mí por el hecho de que suponen pequeñas rupturas, un hasta aquí hemos llegado, y éso es lo que se me hace más cuesta arriba de este mundo.

próximamente tendré que hacerlo de nuevo, enfrentar una situación crítica en una relación más personal que laboral, y tomar una decisión que, interiormente, ya tengo tomada. he de decir que, como me ha ocurrido otras veces, sólo pensarlo se me sube la sangre a la cabeza y se me nubla la vista. pero, al menos, ahora ya he aprendido a no reflejar eso. incluso puedo parecer frío, pero siempre mejor así que no derrumbarme en las narices de la otra persona.

hay cambios que sientan bien aunque su paso es traumático. hay decisiones que no se deben (aunque se pueden) evitar. toda la teoría me la sé. la práctica es lo que me come por dentro. no es bueno pasarse la vida huyendo porque, tarde o temprano, hay que dejar de correr.

y, para entonces, es mejor saber cómo plantar cara. aunque a algunos nos suponga un desgaste extremo. es el precio por intentar tomar las riendas de la vida.

pista 8 despejada

cambios, siempre cambios. uno no puede vivir sin ellos.

este nuevo cambio es una reivindicación a partes iguales de mis múltiples personalidades y de mi manía por clasificar cosas clasificables o no. sea como fuere, es un experimento más, una prueba más, a saber qué es lo que ocurre ahora.

adelante, siempre adelante

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hay quien se empeña en hacer lo que no sabe. irresponsable si otros dependen de ti.